Encontrándome...

27 octubre 2006

Me siento en el metro y salgo de mi burbuja. Decenas de personas a mi alrededor y sin embargo, me siento segura. Me sumerjo en palabras que me llevan a otra realidad, a otra dimensión. Dejo de ser yo, o quizás en ese momento es cuando más soy yo. Aparto mis miedos por un momento. Miro el paisaje que recorro cada día y cada día, descubro algo que me maravilla de nuevo, o tal vez es mi interior que se expresa en cada parte por la que voy. Sonrío a mi reflejo y me gusta lo que veo. Sin burbuja, sin miedo, sin más escudo que un libro. Soy yo, por fin me reconozco.

Aprendiz

26 octubre 2006

Hoy vuelvo a hablar contigo. Después de tanto tiempo, después de todo lo que ha llovido. No te guardo rencor, aunque me asusto al sorprenderme pensando en como "devolvértela". Yo no soy así. Tú sacas de mí todo lo malo. Si alguna vez me quisiste, desaprovechaste tu oportunidad. Nunca sabré de verdad lo que sientes ahora tal vez porque nunca volveré a confiar en tu palabra. Mientras hablamos una duda constante entorpece mis pensamientos: ¿sigo siendo una ficha en tu tablero a la cual mover a tu antojo? Ya no me importa. Ya no me importas. Ahora, yo también juego.

¿Cómo lo hacen los demás?

22 octubre 2006

Busco una mirada cómplice. Una sonrisa que reconforte la mía. Una mano que me ayude a caminar. Un abrazo que me evite derrumbarme. Una caricia que me haga olvidar, y sin embargo, me de fuerzas para luchar.
¿Cómo lo hacen los demás? ¿Cuál es su fórmula mágica?
Tú me dices que me admiras. Que admiras mi capacidad de afrontar las cosas, mi valentía. Yo sin embargo me siento cobarde. Estoy asustada. Tengo miedo a un futuro que es irremediable. Tengo que aprender a caminarlo… ¿Pero cómo?
Mis fuerzas se debilitan y ya ni soy capaz de contener las lágrimas al hablar de ello. Busco una solución a algo que no la tiene, y mientras tanto me pregunto sin cesar ¿Cómo lo hacen los demás?

Más allá de una mirada

17 octubre 2006

Estaba sentada en el último vagón. Su pelo ondeaba suelto sobre sus hombros. Una gran sonrisa relucía en su rostro. Sus ojos, sin embargo, estaban ocultos tras unas grandes gafas oscuras. Me senté frente a ella. Se le veía feliz. Le sonreí. Su expresión no cambió. Continuó sonriendo, como si no se diera cuenta de mi presencia. Estaba sumergida en su mundo. Me adentré en sus pensamientos sin permiso, buscando la entrada en esa mirada que me ocultaba. De repente, ladeó suavemente la cabeza, y su expresión se tornó seria.
- ¿Por qué buscas dentro de mi lo que ves fuera?- preguntó con un hilo de voz que apenas reconocí.
- Porque aceptar una mentira es más fácil que buscar la verdad. Y yo quiero tu verdad.


No me respondió. Se quitó las gafas y me mostró sus grandes ojos oscuros. Centelleaban como nunca lo habían hecho. Sobraban las palabras. Sus ojo gritaban, ya secos, que alguien le arropara. Lo sabia, y ella sabia que lo sabía. Me necesitaba. O quizás necesitara a alguien que viera más allá de su sonrisa. Que viera más allá de lo que mostraba. Que no preguntara. Que la encontrara y sin esperar su confesión, la abrazara.

Sabia sin quererlo.

16 octubre 2006

Hace tiempo que lo sabía, muy en el fondo lo sabía. Negaba la evidencia. Ensordecía mis oídos y sellaba mis labios para evitar preguntar lo que tanto me carcomía por dentro. Prefería la ignorancia a la sabiduría. Porque solo ignorante conservaba mi inocencia. Porque como ya dije, soy cobarde y no me veo capaz de aceptar la verdad. Pero como todo aquel que huye, siempre acaba alcanzado, y fui arrebatada de aquella ignorancia e inocencia que tanto suplicaba. Tengo respuestas a esas preguntas que ahogaba en mi interior, y a muchas más. Solo una queda en el aire, temiendo contestarla aún escuchando su respuesta martirizando mis oídos: ¿Y ahora qué?

Reproches

14 octubre 2006

Pobrecilla está enferma, ten paciencia, comprendela, está haciendo un gran esfuerzo... blablablá, blablablá, blablablá...
¡Y yo qué! Me da igual si suena egoista, si soy egoista. No puedo más, no lo aguanto más. Yo no estaré enferma pero también tengo un límite. ¿Acaso no lo veis? Claro, no es a vosotros a quien chilla y paga su amargura, a quien reprocha cada día que no piensas en ella, que no la quieres... ¡Estoy harta! Lloro cada noche y no son lágrimas de tristeza o pena, es rabia acumulada en mi interior buscando una salida.
Ya no pido que esteis pendiente de mi...me da igual. Ella os necesita. Pero no me pidais que de mas de lo que puedo dar porque no soy capaz... soy una persona con sus limitaciones. Más de un mes escuchando reproches TODOS los días, acusandome de su estado... ¿Y a mi quien me entiende? Esto es tan duro para mi como para ella. ¿Que no lo veis? yo también la quiero....

Si te ries con la cara no te burles de la cruz.

13 octubre 2006

 

Triste. Deprimente. Para suicidarse. ¿Algo más? No te lo cayes, di lo que piensas, pero no quieras que no me hiera. Nadie te obligó a que entraras y nadie te impide que salgas. Pero si te quedas, no juzgues a la ligera lo que encuentras. Tal vez para ti no signifique nada. Bueno, yo también puedo equivocarme, y haber visto en ti algo que en realidad no se encuentra. No te culpo, soy yo, que valoro sin sopesar a quien abro mis puertas descubriéndoles un mundo que quizás no es el que esperan.
La luna tiene 2 caras. Todos conocen una, yo te ofrecí conocer la que nadie más ve, tal vez por ser la más frágil. Ahora tú decides, pero no sin antes saber, que si no te gusta una, no te gusta ninguna. Así soy yo, unas veces cara, y otras veces cruz.

¿Te quedas o te vas?

Memorias de un corazón (2º parte)

08 octubre 2006

Sssshhh, escucha el silencio... ¿no lo oyes? Nunca hasta entonces había latido así.
Mira, observa mis ojos....¿No percibes algo nuevo? Nunca hasta entonces habían brillado así.
Ven, acercate....¿No te das cuenta? Solo en tu presencia soy asi...