Volviendo a mis prados verdes

31 julio 2008

Siempre he dicho que no es bueno pensar… sea lo que sea… Hubo una época de mi vida en que todo me afectaba demasiado y creo que pasé de un extremo a otro y ahora… me encuentro surcando el centro de una línea invisible que dibujo no sé quien y no se dignó a dejar unas gafas con rayos X para poder caminar con mayor tranquilidad sobre ella.
Ahora, después de varios intentos por buscar el centro, de varios golpes innecesarios, vuelvo a replantearme el mirar hacia atrás y sumergirme de nuevo en mis pensamientos en blanco, en mis indeferencias constantes y en mi caparazón de hierro que… quizás no me ha dado muy buenos resultados, pero al fin y al cabo no me ha provocado tanta ida sin venida con el consiguiente añadido de reflexiones sin salida en una mente que a menudo, me provoca un miedo por su gran fragilidad y otras muchas veces… me provocan un terror extraño por su fría objetividad e indeferencia, esa parte de mi mente que cree firmemente que no necesito a nadie y que nadie es insustituible… Una polaridad que tal vez vuelve a convertirse en única, un pensamiento que deja de dividirse para adentrarse en unos mundos en los que el corazón, está sumergido en un sueño eterno del que no despertará hasta que esa línea se haga visible.

El duelo

23 julio 2008

Dicen que el duelo es un proceso largo e individualizado pero que por normal general debe durar un año. Eso si, depende de muchos factores entre ellos la cercanía con la persona difunta, la espera de su muerte… Mi proceso se está acercando al año y no sé como lo llevo… Me siento peor que hace unos meses aunque eso puede deberse a que ahora estoy aquí, donde ella vivió y donde compartí con ella toda mi vida. Soy incapaz de mirar una foto y decir en voz alta “mira, esta es mi madre” (inmediatamente corrigiéndome y sustituyendo el “es” por el “era”) sin ponerme a llorar. Me quedo embobada mirando sus cosas, su ropa… Todo me recuerda a ella y nada me hace olvidarla. Veo como en mi familia han seguido con sus vidas y yo… yo no puedo decir que me haya quedado atrás, pero todavía, hay noches que cuando me encierro en mi cuarto por la noche, justo antes de dormir, no puedo evitar pensar en ella y lucho contra los sentimientos de miedo, impotencia, soledad, rabia, melancolía, añoranza… que me invaden. Sé que tengo que hablarlo, sé que necesito soltarlo… pero mi estúpida barrera bloquea mis sentimientos soltando alguna broma y dejando oculto lo que de verdad me pasa… Me gustaría ser una niña, para poder llorar y pedir que me abrazaran. Para dejar tanta fachada que sé que nadie me obliga a ponerme pero que no puedo evitar hacerlo. Necesito que me abracen y que no me pregunten que me pasa… que me permitan llorar sin decir palabra mientras besan mi frente y me hacen sentir que la vida no es tan injusta como parece… Necesito que… pero no soy capaz de pedirlo…

Bye Bye England

04 julio 2008

Se acaba, mi aventura llega a su fin y un huracán de sentimientos me envuelve por completo. Estoy feliz, muy feliz, sino no dejaría de sonreír a cada momento… Vuelvo a casa el día de mi cumpleaños. Mi gente va a estar conmigo. Voy estar el doble de arropada pues entre la felicidad de los míos porque me quedo definitivamente y que estaré celebrando mis 24 añitos… me voy a sentir como una reina. Además, a los pocos días me voy a Madrid a ver mi niño y luego a Disneyland Paris juntos… Se supone que es un regreso apoteósico y que no puedo pedir más pero… Tras tanta felicidad no puedo evitar llorar porque mi regreso no será como en su día soñé… porque va a faltar una persona muy importante y porque va a ser mi primer cumpleaños sin ella… no puedo dejar de recordar que era ella la primera que en la mañana me venia y me daba un beso y me felicitaba, que era ella la que le hacía más ilusión que a mi mi cumpleaños… y ahora…

La cara y la cruz de un día, mi día….