La última vez...

31 agosto 2008

 

Dicen que la vida sigue, que todo acaba pasando y que por muy doloroso que nos pueda parecer algo en un momento determinado, siempre acaba desapareciendo. Nada es para siempre, ni si quiera el sufrimiento. Solo hay que dejar correr el tiempo y seguir con nuestras vidas. Nada conseguimos amargándonos en nuestras desgracias. Nada logramos compadeciéndonos y preguntándonos día si y día también por qué a nosotros, que hemos hecho mal…

Hoy he ido de boda. La última a la que fui fue a la de mi hermano, hace casi 2 años. Entonces todo era diferente, aunque… ¿Para quién no después de 2 años? Mi padre camino con el coche ha preguntado refiriéndose a los gps “¿Cómo es posible que inventen cosas tan precisas como estas y no sean capaces de curar una enfermedad?”. Sobra decir a que enfermedad se refería y a quién…

Justo hoy, 31 de Agosto… hace un año que me despedí de mi madre. Yo me iba a Inglaterra a vivir mi gran aventura, el sueño de mi vida. Aguantando mis lágrimas le daba mi último beso y le decía que no llorara, que nos veríamos en menos de lo que se esperaba… no hace faltar decir que nunca más la volví a ver…

Hoy no puedo evitar recordar, por mucho que me obligue a no hacerlo. Estoy cansada de llorar un sufrimiento que no cesa y que no ve salida. Hoy me siento más sola que nunca pues rodeada de toda mi familia faltaba ella y no podía evitar relacionar cada momento con ella. Hoy no puedo evitar recordar e intentar asumir que no la volveré a ver y que ya hace un año desde la última vez que la abracé. Desde la última vez que la besé. Desde la última vez que oí su voz y aspiré su fragancia. Desde la última vez para siempre porque desgraciadamente, no volveré a verla, no volveré a escucharla, no volveré a hablarle, no volveré a besarla, no volveré a olerla... Porque al contrario de lo que le dije hace un año… no podré abrazarla de nuevo... no podré nada de nuevo... Porque aunque sé que no podría haber hecho nada y no sabía lo que iba a pasar, aún así… no puedo evitar recordar que ya hace un año desde la última vez… última y definitiva vez…

5 Han volado hasta mi Luna...:

Victor dijo...

Hola niña!!

Bueno ya te dije algo en mi blog pero aquí te lo repito.

Ya sabes lo que siempre he pensado de los cumpleaños: que son una tontería, que no son importantes, que no son dignos de celebrar ni de sentir nada especial por cumplirse "x" años desde que ocurrió algo -ya sea un nacimiento o una muerte-.

¿Qué cambia que ayer hiciera un año desde que os despedísteis? ¿Era más duro ayer que anteayer o que hoy? ¿Simplemente porque hacía un año?

Olvídate de las fechas porque en estos casos solo sirven para provocar dolor. Recordarlas es como colocarte un cilicio en la pierna.

Y recuerda que ayer no dolió más que anteayer o que hoy o que mañana... fue simplemente igual. Fue simplemente que se cumplió el día 365... algo que carece completamente de importancia.

Un besazo!

krikri dijo...

Ay niño... no cambia nada... el dolor es el mismo, lo difirente son los recuerdos, q en otro dia son capaces de ocultar o pasar d ellos pero en otras ocasiones.... cuando la fecha resuena en tu cabeza todo sale...

Los olores te traen recuerdos y reviven, las fotos, una frase... pues lo mismo con las fechas... los sentimientos son lo mismo, pero lo diferente q te reavivan todo de nuevo... y... aunq no kieras pensar no puedes evitarlo...

Un besito enorme niño!!

Anónimo dijo...

joder kris habeces te odio komo en este momento hacia mucho k algo escrito no me hacia llorar.. asi .. komo me estoy kaskando esta llorera no se sera k estoy mas sensible x akontecimientos okurridos recientemente.
Xro sabes.. de sobra lo k te tiendo... en fin
te kiero....

krikri dijo...

jop maite, no era mi intencion.... pero cuando estas cosas te pasan tb eres mas receptiva.... en fin, gracias por estar ahi. Besitoss

Casiopea dijo...

En Eva Luna leí que las personas no se mueren del todo si uno no las olvida. Puede parecer un topicazo, pero igual que Eva Luna buscaba entre las sombras el alma de su madre, así he buscado yo a aquellos que se han marchado también de mi vida en su forma corpórea. Y sí... en muchas ocasiones los he encontrado.

Al final del libro Paula, Isabel Allende se despide y saluda. Simplemente dice: "Adios Paula, mujer. Bienvenida Paula, espíritu".

Quizá a tí te ayudara en algo hacer lo mismo, para poder sentirlo. Y pensar que las cosas sólo se transforman pero que no se pierden para siempre...

Besos

Casiopea