Navidad

Otro año más. La Navidad aparece ante mis ojos y no puedo evitar ilusionarme…. ¿Por qué?

-Me gusta ver la ciudad decorada, llena de luces y adornos navideños. Respirando un aire de esperanzas y deseos.
-Me gusta bajar las escaleras el día de Navidad y ver el árbol repleto de regalos. Observar en los rostros de mi familia esa ilusión al abrir sus regalos. Sentarme en el suelo, rodeada de cajas envueltas con papel de regalo llamativo e ir abriéndolos uno a uno.
-Me gusta sentir el frío. Envolverme en mi abrigo, ponerme la bufanda, el gorro y los guantes. Caminar por la playa y cerrar los ojos mientras imagino como los copos de nieve la cubren de un manto blanco.

No quiero perder nunca esta ilusión. No quiero perder nunca esta inocencia. Quiero seguir disfrutando de estos días como una niña. Como cuando todavía creía en los reyes magos y me hacia la dormida por temor a que no me dejaran ningún regalo. Llenar mi mundo durante un par de semanas de esa magia infantil e inocente. Convertirme, durante unos días, en una niña y olvidarme de todas las preocupaciones que conlleva la vida al hacerse mayor.

Gracias por este puente

Te pasa mucho tiempo buscando lo que te puede hacer feliz. Eso que una vez te hizo sonreír pero que ahora ya no lo logra. Y de repente, decides desconectar, irte no muy lejos de tu hogar con algunos amigos para hacer que otros chicos disfruten del puente. Y es allí, agobiada por los gritos, oliendo a pañales, sin tiempo para ti, cuando empiezas a descubrir una nueva mueca en tu rostro. Esa mueca que ya no recordabas y que te cuesta darte cuenta de su significado. Vuelves a sonreír. Y tú no lo has buscado. Tú no te has esforzado. Has dejado que surja. Has permitido que el mundo inocente de unos chavales te envuelva y te saque de todos tus problemas. Sus familias te agradecen lo que haces por ellos, incluso ellos te agradecen esos días de dedicación. Sin embargo, no se dan cuenta de lo importante que son ellos y de todo lo que hacen por ti. No se puede explicar con palabras. Solo viviéndolo se comprende.
Gracias a todos por este puente :)

Noticias buenas???

Ahora si, ahora no, ahora si, ahora no…. ¿Y que se supone que tengo que hacer yo? ¿Alegrarme? Si supiera que es definitivo, si me juraran que este es el fin de la pesadilla, volvería a sonreír. Pero nadie me lo asegura. Os montáis el cuento de la lechera y os extraña que no me sume a vosotros. No puedo, lo siento. Siento no dar saltos de alegría. Siento no ser capaz de reaccionar. Me niego a volver a aceptar esas esperanzas que me brindáis. No se le puede dar un dulce a un niño y esperar que al cabo de un tiempo te lo devuelva sin ningún problema. Una nueva caída como esta no creo que pudiera soportarla, así que no me reprochéis mi actitud. Solo intento protegerme de futuros inciertos. Recordar, yo también la quiero.

Silencio

Es en este lugar donde mi mente se queda en blanco y desprendo de mi rostro lo que hace tiempo me pesa. Solo quiero silencio. Únicamente oír tras mi respiración como las olas golpean con fuerza bajo mis pies y bañan tímidamente mi piel.
Observo mi reflejo y descubro que es lo que no quiero. Y sin embargo, no me importa mostrarte como soy ante ti. No me juzgas. No esperas nada de mí. Guardas mi secreto y respetas mi silencio. Porque a veces, no es necesario hablar, solo escuchar el silencio.

Tejiendo la araña

Llevaba un año tejiendo una gran telaraña. Ella sabía que la necesitaría, como no... Aun así, prefirió malgastar su tiempo haciendo más dulce su futura caída que buscar un paraje más seguro para su futura residencia. Quizás si hubiera sabido que esa caída se produciría antes de lo planeado no habría empezado su trabajo, o quizás su vida consiste en tejer y tejer para terminar atrapada en ella, en el mejor de los casos, o destrozada en el suelo tras la caída.
Pero sea como sea, no hay porque juzgar la actitud de la pequeña araña. Cada cual decide como vivir, o en su defecto, morir.

Muriendo en mi paraíso

Tengo las plantas de los pies llenas de cicatrices. Las miro como si siempre hubiesen estado ahí y arranco las últimas espinas que tengo en ellas. Ya no brota ese manantial rojo que en su momento manaba sin fin. Quizás se secó.
Miro por mi ventana el camino que se adentra hacia el paraíso. Sé que mañana volveré a adentrarme, buscando esa belleza que falta en mi interior. No me importará pincharme. Ya no siento dolor. Por mis venas ya no corre sangre. Soy inmune a la muerte segura que me depara el paraíso. Es mi decisión. Yo elijo morir allí, rodeada de lo que soñé, aunque al anochecer, todo se desvanezca y tenga que volverme a arrancar las espinas que me dejaron mis deseos. Todo tiene un precio. Yo pago el mío en silencio.

¿Por qué a ti?

Sé que no es mi momento. Pienso que hasta que no vea el fin no volveré a sonreír completamente. Y realmente preferiría que eso jamás ocurriera. Si mi sonrisa bastara para evitar lo inevitable, no dudes que renunciaría a ella. Al fin y al cabo, ¿de que me vale si tu no estas? Sé que cuando te vayas una parte de mi se irá contigo. ¿Cómo podré volver a sonreír? ¿Cómo podré decir que soy feliz? Tú ya no estarás… Realmente creo que parte de mi se murió en aquella sala de espera, al igual que parte de ti se quedó atrás y mi sonrisa se quedó con ella. No soy la misma. Esa niña sonriente y alegre, tu niña, se quedó dormida en tu regazo, soñando como en todo cuento de hadas, que al finalizar, los protagonistas vivirán felices y comerán perdices.

Buscando en el baúl de los recuerdos...

Cada uno guarda en su baúl su momento. Yo lo busco después de muchos años de haberlo guardado, sin embargo, solo encuentro polvo en su lugar.
Observo la cara de esas chicas al recordarlo. Como se ilumina su mirada. Como describen su momento segundo a segundo. Como le recuerdan, algunas con más o menos cariño, pero todas con esa infantil ilusión que da las primeras veces.
Sin embargo, para mi no existe. Hay una niebla que me impide recordar. Tu rostro se codifica y tan solo eres un fantasma en mis recuerdos. Lo que para el mundo es su momento, para mi es otro más, del cual, no conservo ni tu esencia, ni tu presencia. Quizás, sea mejor así…

quien busca... ¿encuentra lo que espera?

¿Quién te dio permiso para deshojar la rosa de mi habitación? Hoy la miro y su desnudez me turba. Su belleza palidece al igual que su fuerza. No te escondas y asume tu culpa. Ella murió por ti ¿Te extraña? Solo aquel que forzó por buscar más allá de lo que veía provocó el fatal desenlace. ¿Sigues extrañándote? Entonces te ruego que la veas, esta vez moribunda y desnuda y atrévete a decirme, mientras la miras, “no he sido yo”.

Cuentos de Otoño

Un día te levantas sumergida en un cuento de hadas. El otoño aparece tardío y sin avisar. Te lo encuentras a la vuelta de la esquina y te hace sonreír. Te sorprendes bajo una lluvia de hojas doradas, caminando sin rumbo fijo, con la cabeza bien alta, sintiendo como el frío húmedo del mediterráneo va calando en tus huesos. Inspiras con fuerza y cierras los ojos. Te sientes segura y aunque sola, recorres el camino de vuelta a casa, arropándote en tus sueños, amando tus deseos, zambulléndote en un mundo que solo existe en esas tardes álgidas de otoño, cuando todo se tiñe de colores cálidos. Sonríes a tu reino y al espirar, un remolino de lluvia y hojas secas te devuelve de nuevo a la realidad.

Mientras me encuentro en mi cuento, la lluvia no me moja, el viento no me golpea, el frío no me afecta… Yo decido lo que me repercute y cuando. Yo soy la tinta y el papel. Yo soy ese cuento que soñé. Entonces, ¿Por qué no puedo vivir en él?

Memorias de un corazón (3º Parte)

Quisiera odiarte cuando me miras dulcemente. Quisiera odiarte cuando te muestras comprensivo conmigo. Quisiera odiarte cuando me haces reír. Quisiera odiarte por ser bueno conmigo… Quisiera poder odiarte y sin embargo, me odio a mi misma por querer y no poder odiarte.

Encontrándome...

Me siento en el metro y salgo de mi burbuja. Decenas de personas a mi alrededor y sin embargo, me siento segura. Me sumerjo en palabras que me llevan a otra realidad, a otra dimensión. Dejo de ser yo, o quizás en ese momento es cuando más soy yo. Aparto mis miedos por un momento. Miro el paisaje que recorro cada día y cada día, descubro algo que me maravilla de nuevo, o tal vez es mi interior que se expresa en cada parte por la que voy. Sonrío a mi reflejo y me gusta lo que veo. Sin burbuja, sin miedo, sin más escudo que un libro. Soy yo, por fin me reconozco.

Aprendiz

Hoy vuelvo a hablar contigo. Después de tanto tiempo, después de todo lo que ha llovido. No te guardo rencor, aunque me asusto al sorprenderme pensando en como "devolvértela". Yo no soy así. Tú sacas de mí todo lo malo. Si alguna vez me quisiste, desaprovechaste tu oportunidad. Nunca sabré de verdad lo que sientes ahora tal vez porque nunca volveré a confiar en tu palabra. Mientras hablamos una duda constante entorpece mis pensamientos: ¿sigo siendo una ficha en tu tablero a la cual mover a tu antojo? Ya no me importa. Ya no me importas. Ahora, yo también juego.

¿Cómo lo hacen los demás?

Busco una mirada cómplice. Una sonrisa que reconforte la mía. Una mano que me ayude a caminar. Un abrazo que me evite derrumbarme. Una caricia que me haga olvidar, y sin embargo, me de fuerzas para luchar.
¿Cómo lo hacen los demás? ¿Cuál es su fórmula mágica?
Tú me dices que me admiras. Que admiras mi capacidad de afrontar las cosas, mi valentía. Yo sin embargo me siento cobarde. Estoy asustada. Tengo miedo a un futuro que es irremediable. Tengo que aprender a caminarlo… ¿Pero cómo?
Mis fuerzas se debilitan y ya ni soy capaz de contener las lágrimas al hablar de ello. Busco una solución a algo que no la tiene, y mientras tanto me pregunto sin cesar ¿Cómo lo hacen los demás?

Más allá de una mirada

Estaba sentada en el último vagón. Su pelo ondeaba suelto sobre sus hombros. Una gran sonrisa relucía en su rostro. Sus ojos, sin embargo, estaban ocultos tras unas grandes gafas oscuras. Me senté frente a ella. Se le veía feliz. Le sonreí. Su expresión no cambió. Continuó sonriendo, como si no se diera cuenta de mi presencia. Estaba sumergida en su mundo. Me adentré en sus pensamientos sin permiso, buscando la entrada en esa mirada que me ocultaba. De repente, ladeó suavemente la cabeza, y su expresión se tornó seria.
- ¿Por qué buscas dentro de mi lo que ves fuera?- preguntó con un hilo de voz que apenas reconocí.
- Porque aceptar una mentira es más fácil que buscar la verdad. Y yo quiero tu verdad.

No me respondió. Se quitó las gafas y me mostró sus grandes ojos oscuros. Centelleaban como nunca lo habían hecho. Sobraban las palabras. Sus ojo gritaban, ya secos, que alguien le arropara. Lo sabia, y ella sabia que lo sabía. Me necesitaba. O quizás necesitara a alguien que viera más allá de su sonrisa. Que viera más allá de lo que mostraba. Que no preguntara. Que la encontrara y sin esperar su confesión, la abrazara.

Sabia sin quererlo.

Hace tiempo que lo sabía, muy en el fondo lo sabía. Negaba la evidencia. Ensordecía mis oídos y sellaba mis labios para evitar preguntar lo que tanto me carcomía por dentro. Prefería la ignorancia a la sabiduría. Porque solo ignorante conservaba mi inocencia. Porque como ya dije, soy cobarde y no me veo capaz de aceptar la verdad. Pero como todo aquel que huye, siempre acaba alcanzado, y fui arrebatada de aquella ignorancia e inocencia que tanto suplicaba. Tengo respuestas a esas preguntas que ahogaba en mi interior, y a muchas más. Solo una queda en el aire, temiendo contestarla aún escuchando su respuesta martirizando mis oídos: ¿Y ahora qué?

Reproches

Pobrecilla está enferma, ten paciencia, comprendela, está haciendo un gran esfuerzo... blablablá, blablablá, blablablá...
¡Y yo qué! Me da igual si suena egoista, si soy egoista. No puedo más, no lo aguanto más. Yo no estaré enferma pero también tengo un límite. ¿Acaso no lo veis? Claro, no es a vosotros a quien chilla y paga su amargura, a quien reprocha cada día que no piensas en ella, que no la quieres... ¡Estoy harta! Lloro cada noche y no son lágrimas de tristeza o pena, es rabia acumulada en mi interior buscando una salida.
Ya no pido que esteis pendiente de mi...me da igual. Ella os necesita. Pero no me pidais que de mas de lo que puedo dar porque no soy capaz... soy una persona con sus limitaciones. Más de un mes escuchando reproches TODOS los días, acusandome de su estado... ¿Y a mi quien me entiende? Esto es tan duro para mi como para ella. ¿Que no lo veis? yo también la quiero....

Si te ries con la cara no te burles de la cruz.

Triste. Deprimente. Para suicidarse. ¿Algo más? No te lo cayes, di lo que piensas, pero no quieras que no me hiera. Nadie te obligó a que entraras y nadie te impide que salgas. Pero si te quedas, no juzgues a la ligera lo que encuentras. Tal vez para ti no signifique nada. Bueno, yo también puedo equivocarme, y haber visto en ti algo que en realidad no se encuentra. No te culpo, soy yo, que valoro sin sopesar a quien abro mis puertas descubriéndoles un mundo que quizás no es el que esperan.
La luna tiene 2 caras. Todos conocen una, yo te ofrecí conocer la que nadie más ve, tal vez por ser la más frágil. Ahora tú decides, pero no sin antes saber, que si no te gusta una, no te gusta ninguna. Así soy yo, unas veces cara, y otras veces cruz.

¿Te quedas o te vas?

Memorias de un corazón (2º parte)

Sssshhh, escucha el silencio... ¿no lo oyes? Nunca hasta entonces había latido así.
Mira, observa mis ojos....¿No percibes algo nuevo? Nunca hasta entonces habían brillado así.
Ven, acercate....¿No te das cuenta? Solo en tu presencia soy asi...

Preguntas

¿Por qué siento que necesito escapar?
¿Por qué pienso que todo lo que hago últimamente es una forma de escapar?
¿De que tengo que escapar?
¿De ti o de mí?
¿Por qué es malo escapar?

¿Por qué me siento más niña que nunca?
¿Por qué necesito tanto un abrazo?
¿Por qué soy tan “orgullosa” para no pedirlo?
¿Por qué no puedo dejar de llorar mientras escribo esto?

Tantas preguntas son las que rumian por mi mente y tan pocas las respuestas que las descifran, que prefiero no preguntar, que prefiero refugiarme en mis… ¿en mis que? Decidí no pensar, decidí no sentir. ¿Por qué no puedo cumplir mis decisiones? Me odio por ello ¿Hasta cuando?

A veces, una imagen vale más que mil palabras.

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Encarcelada...¿sin quererlo?

Respiro hondo. Intento tranquilizarme. Pero solo veo un fin que todos me niegan. No soy tan fuerte como esperan. Lo siento. Me he convertido en una niña de 5 años que se abraza a su osito y llora en silencio. Pero una niña egoísta, al fin y al cabo, que se siente prisionera en un mundo que no desea y que odia a quien le ha llevado a ella. Quizás no odie a su captor… Quizás solo se odie a ella ¿Por qué? Todavía sigo preguntándoselo a ella, y, con los ojos lagrimosos, me contesta sin apenas voz "solo quiero quererla".

Si juego... es para ganar.

No había pensado que esto pudiera ser un juego… no por lo menos un juego tan macabro. No me sé las reglas y ni os habéis parado a mostrármelas. Realmente no habría pensado que esto es un juego sino es por ella. Otra jugadora sin quererlo. “Gana él” y sigues durmiendo. No, lo siento, no lo acepto. ¿Qué me esta pasando? No me gusta el juego, nunca apuesto ¿Te molesta? Pues dalo por perdido porque a mi, nadie me pasa por encima. Yo este juego lo gano, y tu, amiga mía, lo ganas conmigo.

si...ya...en serio???jaaaa

Dos caras, pero ninguna mala… ¿seguro? Siento rabia, rabia que hierve dentro de mí y que siento que puede explotar con quien menos se lo merece, ¿pero quien se lo merece? Es mucho más fácil culpar a los demás de los propios fallos, si es que realmente son propios… ¡Ves! ¿Ninguna mala? quisiera no tener que arrepentirme pero… ¿si no me arrepiento explotaré?

Lo que tu quieres

Hoy me siento delante de la pantalla y sinceramente no tengo ganas. ¿Qué hago aquí entonces? Te preguntarás que qué me pasa, o quizás no… realmente lo prefiero. No me apetece hablar ¿Te enfadas? Quizás es lo que quiero…
Hacer lo que quieres, aparentar que lo quiero, ¿y que más te da lo que yo quiero? ¿Sonrío no? Es lo que quieres.

Pa qué!

No vale la pena. Esta decidido. Y aunque asi fuera, me da igual. Quiero que quede claro. A lo mejor mañana cambio de opinión y olvido todo... seguramente sea así (me odio), pero no seré yo quien ponga la mano en el fuego por lo contrario, esta vez no. He aprendido que las quemaduras no se van y no me quiero quemar ¿Tú te quemarias? Sé que dirias que por mi si (permiteme que me ria...) pero aún así...no vale la pena.

Noches de insomnio bajo la lluvia

Si no puedes dormir es por alguna razón...
Estiro mi manta en el suelo y me quedo tumbada observando la lluvia caer desde la ventana de mi buhardilla. Aquí me siento refugiada ¿Pero de qué?
Me gusta la lluvia. Escuchar como las gotas golpean fuertemente los cristales de mi ventana. Estremecerme ante cada trueno y asombrarme frente a la magnitud de los relámpagos. Me dan miedo, lo reconozco, pero es ese miedo el que provoca mi adoración por las tormentas.
Ojala tuvieras esa fuerza...
Cierro mis ojos e intento dormir. No puedo. ¿Por qué? Me gustarían respuestas pero solo escucho lo que quiero oír. ¿Qué hay de malo?
Son tantas las cosas que intentas ignorar…
Mi vista se vuelve hacia el paisaje. Ha cesado de llover. Abro la ventana y pego una gran bocanada de aire fresco. Y así, bajo la luz de la luna, sueño que duermo y por fin, descanso…
No dejes nunca que nadie te arrebate tus sueños...

Pactos pasados

En el fondo lo sabes. Yo sé que lo sabes. No me engañes. Lo que pasó pasó. Tu mirada me suplica un silencio que nunca te he negado. Ni niego que el silencio resuena en mis oídos cada vez que te veo.
Firmamos un pacto. Un pacto que nos une a la vez que nos distancia. Una separación sin habernos unidos. Un corte en la nada.
Pero tú lo sabes. Yo sé que lo sabes. No son necesarias las palabras. Mucho tiempo atrás. Cada uno ha continuado con sus vidas. Y aun así, cada vez que te veo reafirmo un pacto que nunca deseé firmar y a pesar de ello, no me arrepiento de haberlo hecho.
Tu...lo sabes.

Memorias de un corazón

"Tuvo valor"- dicen con tono orgulloso.
Y mientras tanto yo me pregunto " ¿Qué hay de valor en rasgarse el alma y lanzarse al vacio, en donde sabes que hallarás tu muerte?"

Muerte en vida

Luchas por sobrevivir. Escapas de la oscuridad en busca de los rayos del sol. Vives angustiada, temerosa del mundo. Cierras la puerta a los demás protegiendote de posibles contagios (todavía me pregunto cuales). Miras por la mirilla preguntandote cómo es posible que los demás no actuen como tu. ¿Acaso no se dan cuenta del peligro que corren? Hundes tu cuerpo en el sillón, cierras los ojos y piensas: ellos morirán antes que yo...

Pobre alma en pena, que no se da cuenta que la peor muerte es la que sucede en vida.

Entre dos caminos

Camino, ¿sin rumbo fijo? Quisiera creerlo así. Seguir a mis ideas sin esperar nada más que la aceptación de mi misma por buscar lo que deseo. Pero sé, que en el fondo de mi mente, se encuentra la imagen de la meta a la que, tal vez, debería llegar. Una imagen que no deja de luchar ante cada bifurcación que encuentro en el camino, y que, finalmente, me gana la batalla.
Varios rumbos que no desagradan. Uno que desvía tu dirección, pero que tal vez, no cambia tu meta. Otro, que continúa tu camino ya prefijado desde el momento en que empezaste a caminar. Ambos, tan deseados como temidos, y sin embargo, no puedes quejarte de la suerte que tienes de poder elegir entre esos dos caminos. ¿Cuántas veces en tu vida te encuentras en la situación de elegir entre 2 caminos que deseas caminar?

Conviviendo en un mundo de ciegos....¿o no?

No hay más ciego que el que no quiere ver. Que bueno, tal vez yo lo enmascare ante tus ojos por temor a mis fantasmas... pero eso no quita que tu estés ciego... ciego y bajo mi disposición para permitirte ver. Pero claro, ¿Quien soy yo para devolverte algo que tal vez no desees? ¿Como saberlo sino te lo devuelvo? ¿Y si te lo devuelvo... habré deshecho el último nudo que nos unía?
Auque.... deja que lo piense un poco.... ¿Y si la ciega en toda esta historia fuera yo?

Sin palabras

Necesito escribir. Siento el imperioso impulso de transcribir lo que dentro de mí ocurre. Cuando creces y no aprendes a expresarlo de otra manera, o, simplemente, temes regalárselo a quien no se lo merece. Ojeo mis diarios, releo mis escritos y busco dentro de mi lo que quiero expresar. No encuentro palabras… ¿pero como encontrar palabras en algo que esta vacío? En el fondo sé que esta escondido. Muy en el fondo pues ni si quiera yo logro descubrirlo. Sé que siento, ¿Cómo no hacerlo? Y sin embargo nunca había sentido tan frío mi pecho. Es mi forza de protegerme. ¿De qué? No puedo tampoco acceder a ello, o quizás, no lo desee...Por mucho que me fuerce no puedo cambiar. Quien me conoce, quien de verdad me conoce, me comprende.

Por Calpe '06

Por las noches en velas.
Por las partidas al jungle.
Por esos baños en la piscina a mitad tarde.
Por todas las estrellas fugaces que vimos.
Por las pastillas que no son de quien se las toma.
Por los chupitos de tequila y los besos franceses (y los que no fueron franceses).
Por las primeras veces.
Por aquellos conciertos en los que dormíamos.
Por los bocadillos de sepia y la lasaña de pizza.
Por todos los aliviados.
Por las pulseras y los cocodrilos.
Por el Ambros y el después que.
Por las conversaciones con Oscar.
Por las carreras con Mari Jose.
Por la buena dotación de Adolfo y la falta de ella en Miquel.
Por la “amiga roja” de MariCarmen.
Por las conversaciones telefónicas de Manolín.
Por la "garra" y sus arañazos.
Por los ligues de Eva.
Por la sonrisa “maquiavelica” de Jordi.
Porque para Jessy ya son “i mitja”
Por todo eso y mucho más....
Gracias a todos por una quincena inolvidable

Un respiro

Quizás necesite un tiempo muerto para descansar y olvidarme de los problemas que atormentan mi “perfecto” mundo. Un tiempo en el que no tenga tiempo para pensar en mí, en las personas cercanas a mi mundo, en las pequeñas espinas, y aun así doloras, que encuentro últimamente en mi camino. ¿Por qué no soy capaz de ignorarlas? ¿Por qué no soy capaz de ignorar a cada elemento de mi mundo? No puedo culparlos de mis problemas, no puedo culparlos de mis heridas. Solo yo soy responsable de mi camino. Solo yo soy la que decide por donde desea caminar.

Sé que cuando vuelva todo seguirá igual. Volveré a retomar mi camino desde donde lo dejé. Pero la percepción del camino será diferente. Yo seré diferente. Solo necesito un descanso, un pequeño descanso para poder retomar mi viaje con la misma fuerza y alegría con la que siempre lo he hecho.

Esta vez no huyo. No doy marcha atrás. No me engaño. Las cosas son como son. El camino es el que yo decido. Lo que me espera… lo construyo yo.

Asi son las cosas

Cuando una victoria amarga mas que la propia derrota.
Cuando recibes una llamada tan deseada y dejas que suene hasta que cuelgue.
Cuando dices que no puedes aunque te mueres por ir.
Cuando un apretón de manos sustituye un calido beso.
Cuando una simple broma oculta algo de verdad.
Cuando te empeñas en ir a contracorriente aun a sabiendas que la marea terminará arrastrándote de nuevo a la orilla

Margaritas

Ahora si, ahora no, ahora si, ahora no…. Y así deshojo mi margarita. Tú me miras mientras te vayas en tus sueños. Mientras el sol de un nuevo día resplandece en tu mirada. Quiero darle la espalda a todo. No tengo fuerzas para sobrellevarlo. Tengo respuestas a mis preguntas y sin embargo, corro en dirección contraria. Cuando la cobardía es la única forma de ser feliz. Cuando la ignorancia te llena de ilusiones. Cuando la esperanza depende de una simple margarita: ahora si, ahora no….

El reloj de la vida

Sentada observo como los segundos se convierten en minutos y estos a su vez en horas. Intento parar el tiempo, no importa que sea el peor o mejor momento, lo importante es que seguirás aquí. Pero mis ojos comienzan a empaparse al comprobar que el reloj que tengo enfrente carece de un regulador. No puedo detener el tiempo… solo puedo observar como pasa.
Sentada enfrente de él, calculo el tiempo que le resta para que suene. Cierro los ojos y tapono mis oídos. Tal vez, si no oyera la señal no sabría que ha llegado el final y tú todavía estarás aquí. Tal vez, si no lo vieras, podría imaginar que he logrado detener el tiempo y todavía te tendré aquí.
Los segundos se convierten en minutos, minutos que restan a tu existencia…

Un día más.... un año más....

Conocidos que se convierten en grandes amigos, aventuras que no pensarías que vivirías tan pronto, historias que terminan, que siguen y otras que pueden empezar, desilusiones que te abren los ojos, días que quedaran en tu memoria, abrazos que te tocan el alma, nuevos caminos que se abren a tu paso, nuevos intereses y deseos, sucesos que marcarán ese año….

Un día lleno de amistad y cariño. Un día cualquiera que los demás lo convierten en un día especial. Mucha gente, una tarta y un solo deseo, solo uno para soplar las velas…. Un deseo que pido aun sabiendo que no se cumplirá……….

El espejo de cristal

Intento recoger los trocitos de cristal. Quizás si logro juntarlos todos y los pego mi imagen vuelva a reflejarse en él. Me siento en el suelo y observo la fragilidad de mí alrededor. Recuerdo como con un simple suspiro el espejo cayó y se rompió. “No hay nada perdido, los pedazos están ahí, solo tienes que volverlos a juntar. La esperanza es lo ultimo que se pierde.” Dicen todos aquellos que pasan por mi lado. Y sin embargo, cuanto más escucho sus “palabras de ánimo” mas van muriendo mis esperanzas. En el fondo saben, al igual que yo, que aunque vuelva a juntar y pegar todos los trocitos de cristal, la imagen que se reflejará en el espejo nunca volverá a ser la misma que fue una vez.

Hay momentos en los que el mundo de color de rosa que te habías construido te da la espalda para mostrarte la parte mas cruel de la realidad. No lo ves venir, y no eres capaz de asumirlo. ¿Cómo? Y lo peor no es que tu mundo de cuentos de hadas y sueños plagados de ilusiones se desmorone, sino que se les desmorone a las personas que tu más quiere. A esas personas con las que convives. Esas personas con las que día sí y día también tenéis una discusión y termináis peleados. Pero también son esas personas que con una simple sonrisa todo se olvida. Con las que no necesitas pedir perdón porque el amor que hay en sus corazones impide tener un resquicio de rencor hacia tu persona.
Nunca dudas que los puedas amar, ¿Cómo no amar a tu familia? Pero es en estos momentos en los que puedes comprobar la magnitud de ese amor y te das cuenta que es algo tan grande que no lo puedes expresar, y por ello sufres al intentar demostrarlo y no saber como. Todo lo que haces es insignificante y serias capaz de darlo TODO por devolverle un poco de color a los corazones de los que tu más quiere.

Como luchar contra......

¿Cómo soportar cada día tus malas caras? ¿Cómo convivir con la mismísima desgracia? Conviertes al mundo en un cuadro en blanco y negro donde la única claridad que hay, se vuelve gris por momentos.
El vaso ya se desbordó y sin embargo sigues sin darte cuenta y no cesas de echarle más agua. “¿Lleno el vaso?” preguntas incrédula ante nuestras advertencias.
Y mientras inundas la vida de los que te rodean de un mar de tormentos, solo se te ocurre decir: La culpa es vuestra.

Traición? o ingenuidad?

Que bonito suena oír que le importas a alguien. Que bonito es sentirse querida por aquellas personas que consideras tus amigos. Pero que triste es ver que cuando dicen que les importas solo buscan sentirse mejor ellos. Que cuando te muestran su cariño no lo hacen para que te apoyes, sino para apoyarse ellos.
Momentos paradójicos del día a día, en los que el silencio, es tu único aliado.

Lágrimas de lluvia

Son las tantas de la madrugada. Desde mi ventana veo la lluvia caer sobre la calle desierta. Sin dudarlo ni un segundo más, mi ello se apodera de mi y bajo a saltos las escaleras de mi casa.
Corro descalza por el pavimento mojado. Todavía llueve. Adoro la sensación que esas gotas de lluvia provocan en mi rostro. Cierro los ojos y los vuelvo a abrir mientras doy vueltas sobre mí. Dejo que todo lo que me oprime salga de mí. Grito, y vuelvo a girar.
Una vez en mi cuarto, me seco la cara y mientras me miro al espejo pienso si esas gotas que recorren mis oscuros ojos son el reflejo de la lluvia que continua viva en ellos o, si por el contrario, ha sido todo un sueño y son las lagrimas que día a día oprimo en mi interior.

Vacío de pensamientos

Estrujo mi mente poco a poco hasta que logro eliminar cualquier pensamiento de él. Veo como se desvanecen sin ningún sentimiento de lástima “Adiós… atormentantes pensamientos… Hola, extraño vacío.”

¿Por qué buscamos en otro lado sin mirar primero en nosotros?

En el horizonte se vislumbra un nuevo amanecer. El marinero, desde la proa, miraba encandilado aquel juego de luz y color sobre la mar. Con las manos apoyadas en un viejo timón, cerró los ojos y dejó volar su imaginación. Aquella pequeña balandra se convirtió en el más lujoso buque de todos los tiempos. Sus ropas blancas dieron paso al traje de gala de un capitán. Ahora él estaba al mando de aquel barco. Por fin podría dirigirse al lugar que mas deseara. Pero el nuevo capitán, con su traje de gala y sus condecoraciones al pecho, seguía siendo un humilde marinero en su interior. Empezó a sentirse pequeño, cada vez más y más pequeño. Tanto tiempo a las sombras de los demás, acatando órdenes y visitando los lugares que sus superiores habían querido, que jamás se había planteado a donde deseaba ir él. Ahora se daba cuenta que había pasado tanto tiempo deseando cosas y sintiéndose infeliz porque no las poseía que no se había dado cuenta de la enorme suerte que tenia de ser un simple marinero.

Abrió los ojos y la luz del sol le cegó momentáneamente. Apartó las manos de aquel viejo timón y tocó sus ropas. No pudo evitar que una sonrisa se dibujara en su cara. Cogió la fregona y aspirando una gran bocana de aire salada, se puso a trabajar mientras silbaba una alegre canción. Ahora, ya sabia a donde deseaba ir.

Luna Menguante

Hay dias en los que creo que soy invencible. Esos dias en los que me veo capaz de luchar contra viento y marea.
Otros dias en cambio, la ligera brisa logra tumbarme al suelo y me veo incapaz de poder levantarme de nuevo.
Necesito que alguien me abrace. Apoyarme en un hombro amigo. Quitarme por un momento la careta de superheroe y liberarme de cualquier barrera que me aparta del mundo real.
Necesito saber que si decido no levantarme alguien se quedará acompañandome.
Necesito escuchar que significo algo para algiuen sin necesidad de pedirlo. Sentir algo de valor en mi existencia aunque sea mentira.
Necesito sentir a una mano amiga presionando la mia. Su aliento acompañando al mio, su mirada abrigando a la mia.
Necesito............. Necesito no necesitar y sin embargo nunca he necesitado tanto a alguien como lo necesito hoy.......

Sonrío

Sonrío mientras lloro a los deseos que se guardan bajo llave.
Sonrío mientras lloro a las promesas que nunca se cumplieron.
Sonrío mientras lloro cuando callas lo que nunca dirás.
Sonrío mientras lloro cuando caigo y no soy capaz de levantarme.
Sonrío cada vez que lloro pues esas lagrimas
desnudan esa parte de mí que oculto
y borran la pena que se queda dentro.
Sonrío porque siento esa sonrisa.
Y por eso, cada vez q lloro,
sonrío al darme cuenta
que saco el dolor y dejo mi alma calmada.

¿Hoy?

Al igual que ayer hoy, al igual que hoy mañana... ¿Cuándo mañana será otro día que no sea hoy? Despertarse un día si y otro también y revivir lo mismo. Esperar un cambio que no llega. Anhelar un momento que no se acerca. Desear un sueño que no se cumple. Aguardar una ocasión que no se genera.
Hoy vuelvo a mirar al cielo. Hoy vuelvo a ver como la Luna se alza con cierta tristeza. Su rostro se vuelve mi rostro y su luz se apaga en mi interior. Hoy su voz resuena con fuerza mientras pregunta ¿Hasta cuando hoy?

Ayuda del mar

¿Amor u odio? Furia descontrolada que envenena tus entrañas. Risa desafiante y perturbadora. Mirada ligera pero penetrante.

Hoy camino ante la multitud. Comienza a oscurecer y aspiro con ansia la brisa del mar. Noto el romper de las olas bajo mis pies. Cada paso firme que doy es una ola que encuentra su final. Las gaviotas sobrevuelan el horizonte ajenas a todo lo que sucede a su alrededor. Parecen felices en un mundo perfecto. Me siento lo más cerca posible de ellas y lo más alejada del mundo real. ¿Por qué no puedo volar como ellas lo hacen?
Cierro mis oscuros ojos en busca de repuestas. Siento al aire rozando mi rostro como muestra de su poyo. Descifro el silencio con gran audacia y sonrío al descubrir mientras mis ojos se vuelven a iluminar que la respuesta a mis preguntas se hallaba dentro de mí.

La otra cara de mi Luna

No me importa lo que os pase. Me da igual si estáis tristes o me necesitáis. Se terminó el sentirme mal por los demás. Nunca más me preocuparé por alguien que no sea yo. ¿Qué no me veis capaz de ello? Pues os equivocáis. Peor para vosotros. Ya os desilusionareis. Yo soy así. Solo pienso en mí. Solo me preocupo por mí. Lo que hago lo hago solo por mi. ¿Si no os gusta? Buscaos a otra. Me da igual. No os necesito. ¿Qué no me veis capaz de ello? Tal vez he sido muy buena actriz o vosotros demasiado ingenuos. Yo soy así. Yo soy mala….
¿Me creéis verdad………….?

¿Alguna vez has tenido la sensación de estar al borde de un precipicio?

Tengo miedo, lo sé. Una fuerza sobrenatural me aproxima al abismo. Intento luchar contra ella pero esos esfuerzos son inútiles. Cada vez estoy más cerca. Puedo oler el vacío. Puedo sentir las rocas desgarrando mi piel. Solo me separaba un pensamiento de la inevitable caída “no quiero morir”. Únicamente la oscuridad es mi aliada. Esa misma oscuridad que me empuja sin tapujos a un final que no deseo y que sin embargo, veo como única salida ha todo esto.
¿Cómo es posible temer algo que tanto deseas? ¿Cómo es posible soñar con tu peor pesadilla? ¿Cómo es posible que tu única salvación sea esa caída? Temer tus deseos. Soñar pesadillas. Salvarte muriendo… nunca un precipicio arrancó mi alma y me dejo con vida. Nunca imaginé que es mejor un alma herida, que una vida vacía.

¿Por qué no?

Hoy es uno de esos días en los que al mirarme me gusto. En los que pienso

¿Por qué no?

Al ponerme manos al volante enchufo mi radio y todas las canciones que escucho parecen dedicadas exclusivamente a mí

¿Por qué no?

Y no me importa que sean tristes. No me importa que solo hablen de amores imposibles. Hoy sonrío a la tristeza que me envuelve en la soledad de mi guarida. Hoy me acepto tal cual soy

¿Por qué no?

Tal vez una flor empieza a crecer al pie de un volcán que nunca dejó de erupcionar o tal vez mis ojos se han cansado de andar a ciegas.

¿Por qué no?

Tal vez esa lava me vuelva a destrozar la única cosa hermosa que conservo, es mi sino. Pero hoy me siento feliz. Hoy no quiero pensar en ningún volcán. Hoy no quiero pensar en mis problemas

¿Por qué no?

Así estoy bien. Evadida de tanta niebla que no me deja ver. Sonriendo a un sol del cual no dudo en esconderme. Sonriendo, y por fin lo puedo decir, tanto por dentro como por fuera. Aunque solo sea un pequeño espejismo. Aunque dentro de poco sé que todo volverá ser como antes. Hoy miro al mundo con otros ojos. Hoy, me siento feliz...

¿Y por qué no?

Buscando a mi muso

Hace un tiempo que mi muso desapareció de mi lado. Las malas lenguas hablan de que lo he explotado más de la cuenta. Las buenas, en cambio, comentan que ha sido un secuestro en toda regla por alguna de las brujas del barrio. Yo, sin embargo, creo que no resistió la profundidad de mi dolor.
Hago un desesperado llamamiento para que regreses junto a mí. He intentado buscar a otro. Sustituirlo por numerosos candidatos sin ningún resultado positivo. Solo tú sacabas todo lo que tenia dentro. Solo tú me hacías ver la belleza de cada cosa. Solo tú lograbas inspirarme con solo mirarme a los ojos. De la misma forma que tu eres la tinta de mi pluma, yo soy el medio por el cual te expresas.
Te he buscado bajo nuestras rocas, en la cara oculta de la luna, en el séptimo pétalo de la rosa blanca… y nada. Si vuelves conmigo, te prometo que todo será como cuando nos conocimos.

PD: Se ofrece una gran recompensa por mi muso. Solo se aceptará si está vivo. Le gusta el chocolate y las hiervas exóticas. Nunca sale de casa sin su reloj de arena y sus gafas de sol.

Tu camino

Lo difícil no es seguir tu camino y dejarlo todo atrás. Lo difícil es darte cuenta que cuando ya has recorrido lo suficiente como para olvidar, el destino vuelve a entrelazar vuestros caminos.
Mirarlo a los ojos y retroceder atrás en el tiempo. Volver a sentirte tan perdida como entonces. No comprender como algo que enterraste en lo más profundo sigue vivo todavía. Tener la sensación de que todo lo que has vivido ha sido un sueño y que has despertado. Desear que solo sea una pesadilla. Esperar que no sea más que un espejismo. Volver a ilusionarte con promesas que nunca se cumplirán y planes que jamás ocurrirán.
Lucha por volver a salir de esa entrecruzada. Ya no eres igual que antes. Tu corazón se ha fortalecido. Escapaste una vez. No mires atrás. No sientas. Ríete en la cara del destino y dale la espalda. Solo tú decides tu camino y la dirección.

Ciclo sin fin

Te miro a los ojos. Mi corazón comienza a latir. Un pensamiento recorre mi mente. Busca la salida. Se pierde entre las millones de conexiones neuronales que encuentra por el camino.
Tocas mi mano. Mi piel se eriza. Un deseo va a la ayuda de mi pensamiento. Lo encuentra solo. Abandonado ante una multitud de neuronas.
Siento tu voz. Atraviesa mis sentidos lentamente. Me sumerge en un sueño y abre la vía de escape para mis sentimientos.
Se dirigen velozmente a la salida. Mi corazón se acelera. Mis manos tiemblan. Mi boca se coloca en posición. Pero…
Sello mis labios. Ignoro mis pensamientos. Ahogo mis deseos. Te miro a los ojos y todo vuelve a empezar.

Cicatrizando heridas

Contemplo con cierta melancolía la cicatriz que recorre mi cuerpo. Paso mis dedos sobre ella y noto la desigualdad que provoca en mi piel. Recuerdo como si fuera ayer la expresión de los médicos que me atendieron. Nunca hasta ese día habían tenido ante ellos una herida de semejantes magnitudes. Me dijeron que el tiempo iría eliminando las marcas de mi piel. Pero no me dijeron que las marcas que permanecieron en mi mente no se borrarían tan fácilmente. Durante mucho tiempo luche contra la verdad. ¡Como podía mostrarme con semejante cicatriz! al mínimo descuido se habría vuelto a abrir... y habríamos tenido que volver a empezara.
Pero hoy, desnudo mi cuerpo ante el sol primaveral. Dejo que sus rayos impacten contra mi piel esperando que me trasmitan la energía que necesito. Hoy, esa cicatriz me recuerda un tiempo pasado del que creí que no sobreviviría. Que nunca más seria capaz de caminar tranquilamente por el mundo sin miedo a que un pequeño balanceo la volviera a abrir. Hoy, sonrío al recorrerla una y otra vez con mi mirada, sintiendo quizás, el mismo orgullo que siente un soldado que enseña a sus nietos sus heridas de guerra. Unas heridas que pudieron ser mortales, y sin embargo, son solo un recuerdo de un pasado que dejamos atrás y del cual esbozamos una dulce sonrisa al evocar.

Jacke al Rey!

Una oleada de terror y desconcierto me recorrió el cuerpo. Miré el tablero aturdida. Allí se encontraba mi Rey, derecho y con la cabeza bien alta no se dejaba atemorizar por la amenaza de un simple alfil. Miré a las demás fichas del tablero. ¿Cómo podía haber dejado solo al rey cuando la partida no había hecho más que empezar? Me sentí orgullosa, sin embargo, al ver como mi Rey ante esa encrucijada no estaba dispuesto a dar marcha atrás. Tal vez pierda esta partida. Quizás tampoco gane la próxima. Pero no me dejaré vencer tan fácilmente. Hay momentos en los que es necesario sacrificar alguna ficha. Otros, sin embargo, terminas tan acorralado que no merece ni la pena alargar el sufrimiento. Al final de la partida solo queda el vencedor sobre el tablero, pero aquel rey que cayó ante sus pies, resurgirá en una nueva partida. Con más fuerza y sabiduría. Sin temor a que le vuelvan a derrotar ya que, en esta vida, una derrota puede ser el comienzo de la victoria.

El sol también llora

Mi mirada se pierde en el horizonte. Se une a la lluvia y cae junto a ella. Ayer el sol brillaba alegre y hoy no se atreve a asomarse. Está cansado de brillar. Últimamente su luz era el reflejo del día. Pero preferimos esa luz artificial a la oscuridad de un día como hoy. ¿A caso no somos capaces de apreciar la belleza en la tristeza? El sol no nos abandonará. Volverá a levantarse un día como hoy, cuando todos pensemos que ya lo perdimos. La tierra gira. La vida sigue. Uno se cae y se vuelve a levantar. Llorará. Le dolerá. Pero volverá a sonreír. Como el sol volverá a resplandecer solemnemente en nuestros días. Y ya nadie se acordará de aquella lluvia. Nadie recordará que el sol necesitó su tiempo para volver a recuperar su fuego. Y así, todos volverán a pensar que es inmortal y siempre brillará. Sin darse cuenta que la vida también gira para él. Sin darse cuenta, tal vez, que nada en esta vida es eterno.

Pensamientos en la noche

Estoy sin estar. Soy sin ser. ¿Dónde he ido? Los días pasan y yo no me muevo. Río mientras lloro. Sonrío y me entristezco. Hablo en silencio y pienso en voz alta. Mascara encarnizada en mi rostro. Cuanto más te busco más perdida estoy. El día me asusta. La noche me cobija. ¿Dónde he ido? Todavía no me he movido. Busco la salida. Temo encontrarla. ¿Y ahora que? Vivo muriendo.

¿Amistad?

Dices que me conoces y no sabes realmente como soy. ¿Cómo puedes pensar eso de mí? ¿Por qué no confías en mi palabra? No me enfadé contigo, no me sentó mal aquello que hiciste. Hubieron muchas otras cosas más importantes y las pasé por alto ¿Por qué crees que esa tontería me puede afectar tanto como para “mosquearme” con una amiga? NO, no me conoces, ni tu ni nadie. Estas cosas son las cosas que hacen darme cuenta de la superficialidad de la amistad… Nadie me conoce y a nadie le importa no conocerme. ¿Y que mas da? Una caída más no me va a impedir levantarme. Mi corazón está lo suficientemente blindado para continuar a delante aun con este nudo en la garganta. Esta vez no me permitiré agachar la cabeza. No me importa lo que pienses. Ni tú ni nadie.

Mi renacer (18/10/05)

Me paso la vida buscando la añora felicidad sin ningún resultado favorable. Vago por las calles sin saber muy bien hacia donde voy ni de donde vengo. Me siento perdida, perdida y sola. Te busco en mi desesperación con la ingenua ilusión de que me acompañarás en mi camino. Dia a dia, mes a mes, año a año. Al final aprendo a vivir con esta angustia, con este vacio lleno de llanto, con esta vida desgarrada. Olvidé aquellos años en los que mi vida estaba llena de color, de ilusión, de vida... Todo eso se murió dentro de mi poco a poco, sin darme a penas cuenta, mientras buscaba desesperadamente tu mano amiga, mientras me adentraba en esta oscuridad ilusionada de infantiles fantasias que me regalaste.
Pero eso ya terminó, encontré esa felicidad sin buscarla. Cuando ya no esperaba nada de esta vida. Cuando mi ser se habia acostumbrado a este vacio. Las nubes dejaron paso a la luz del dia y me sentí renacer. Ya no te buscaba. Ya no formabas parte de mi. Volví a estar completa y en aquel instante sonreí, sonreí al darme cuenta que este sentimiento que florecia de nuevo en mi era mi añorada felicidad.

Muerta por amor

Una gota cae tras otra. Intento pararlo en vano. ¿Cómo puedo borrar este dolor que me desgarra por dentro? Me miro al espejo y no reconozco la imagen que se asoma. ¿Esa soy yo? me seco las lagrimas. Oigo un crujido. Me duele el pecho. Una gota cae tras otra. Me miro al espejo. La sombra de la muerte se encuentra tras la imagen que se refleja en el espejo. ¿A quien espera? Me seco las lagrimas.

Manias, yo???

"(...) El primer jugador de este juego inicia su mensaje con el título "5 extraños hábitos tuyos". Las personas que son invitadas a escribir un mensaje en su respectivo blog a propósito de sus extraños hábitos, deben también indicar claramente este reglamento. Al final, debéis escoger 5 nuevas personas a indicar y añadir el link de su blog o diario web. No olvidéis dejar un comentario en su blog o diario web diciendo "Has sido elegido" y dices que lean el vuestro (...)"

Bueno, pos vamos con mis 5 hábitos extraños, que con lo normal que soy yo me ha costado encontrarlos… pero bueno allá van:

1ª No sé si este lo han dicho por ahí pero antes de dormir me aseguro de que la puerta del armario este bien cerrada y que la puerta de la habitación esté completamente entornada sin llegar a estar cerrada, por lo menos si duermo sola. Si esta cerrada me da como claustrofobia y si está un poco entreabierta, aunque sea un dedo, ya me monto yo mil historias sobre fantasmas etc…
2ª Cuando me pongo las gafas, las 2 fundas que llevo en el estuche tienen que estar perfectamente colocadas. Me molesta mucho cuando no lo están. Así que las cojo, las doblo por el medio y la que esta arriba tiene que estar más doblado para poder contrastar con el color de la que esta abajo… si lo sé…mu raro…
3ª Cuando tengo un examen, tengo unos cuantos ritos que hacer para ir tranquila a hacerlo. Primero, mi madre me da un trébol de 4 hojas que ha buscado por el corral y yo lo meto en algún libro de lectura (mas de una vez he abierto un libro y me he encontrado el trébol to disecao el pobre y yo sin acordarme :P) Antes de salir de casa le doy un beso a mi ranita (no es una rana de verdad… es de peluche que me compré cuando estuve en salamanca y como dicen eso de que las ranas de salamanca traen suerte pos la beso) y mientras la beso le pido que me vaya todo bien en el examen. Una vez ya en el examen, cuando me lo han repartido, me saco la cruz de Caravaca que llevo siempre puesta en el cuello y le doy un beso (siempre antes de haber leído el examen sino no funciona :P).
4ª Lo primer que hago cuando me levanto no es ni mi habitación, ni el desayuno ni arreglarme… es ir a buscar a mi gato y darle un besito. Si, a mi gato, ni a mis padres ni a mis hermanos. A mi gato. Es una forma de saber que está bien y así me quedo mas tranquila. No salgo de mi casa si no lo he encontrado. Aunque tenga un examen y llegue tarde.
5ª Y la quinta y última manía que os revelo. Soy una acumuladora de trastos y papeles viejos. Me da pena tirar las cosas, ya sea un boli viejo, un papel en el que haya algún dibujo o algo escrito por alguien, pegatinas, cromos, figuritas… cosas que fácilmente pueden tener 10 años o más y que no sirven para nada o no valen nada pero que les tengo mucho cariño (yo cojo mucho cariño a las cosas en seguida y me da lastima deshacerme de ellas…) así que la voy acumulando hasta que no me queda más remedio que tirar “algo” para hacer sitio a los nuevos tratos. Un ejemplo es la pajarita (de papel de los 100 montaditos) que me hizo Paula en su cumpleaños, que no se acordara pero que yo todavía guardo…ya ves :P Así como servilletas de hace 4 o 5 años en las que “alguien” me escribía y yo he llegado a plastificar para que no se rompiera :P O un bonobús usado de Carmen que me dio nada más entrar en la carrera y me escribió una “hola” y todavía lo conservo… sin ningún significado concreto pero yo lo tengo…. (así que la próxima vez que me deis un papel o cualquier cosa cuidado que me la puedo quedar ;) )

Y bueno, ya terminé este Meme o como se diga... y como todas los habéis hecho ya (exceptuando a Paula que se lo mandaron antes que a mi y sigue sin fer res…) se lo dejo a aquel que lo lea y no lo haya hecho aún que siempre nos parece que no somos nada raros hasta que nos ponemos a pensar sobre ello y sacamos muchas cosas...

Nada

Pensamientos que rondan mi mente. Que perturban mis horas de estudio. No quiero hacerles caso. Si los ignoro tal vez se vayan… quizás desaparezcan para siempre. Necesito hablar contigo. Contarte esto que me ronda por la mente. Eres mi mejor amiga y siempre me has ayudado cuando he tenido dudas. Pero si te lo digo… si transformo estos pensamientos en palabras… posiblemente los transporte a la realidad. Y no quiero. Cuando los deseos son solo tuyos. Cuando únicamente te pertenecen a ti porque no los has compartido con nadie, es más fácil ignorar las voces que te atormentan la mente. Es más fácil renegar de ello. Ignorar que alguna vez pasaron por tu cabeza. Nadie lo sabe… calla y llora en silencio. Lo que no ves, no existe. No admitas lo que temes. No dejes que tu mente gane. Ahora, calla…..no pienses, no sientas...

Consejos de un exdrogadicto

“No puedo evitarlo, es mas fuerte que yo. Quiero dejarlo, intento escapar de ello. Pero siempre termina viniendo a mí. Quiero huir de aquí, deseo con todas mis fuerzas perderla de vista pero… ella está ahí y no soy capaz de esquivar la tentación. Quiero…pero no puedo”

Mientras escucho tus palabras, siento que soy yo la que esta hablando a través de tu boca. Que son mis pensamientos los que brotan de tus labios. Eres un reflejo de lo que fui y viví. Yo también estuve enganchada a esa droga. Yo también me salté las normas y probé el amargo sabor de la sustancia prohibida. Por eso mismo, porque yo también estuve en ese mundo en el que la vida era una caída constante, que cada movimiento te catapultaba a la cima y te dejaba caer después. Logré salir de ese mundo de falsas ilusiones. En donde cada sueño terminaba en pesadilla y no eras dueño de tu vida. Es una tómbola en donde el boleto premiado no existe. No te mientas a ti mismo, no digas que quieres dejarlo cuando harías lo que fuera por conseguir un poco de ella. No culpes a tu fuerza de voluntad. No coloques tu responsabilidad en otros. Nadie te puede librar de ello si tú no quieres. De que sirve que sepas lo que te espera sino haces nada para solucionarlo. Si, diga lo que diga, cada noche volverás para pillar un poco a escondidas. No te importa que en una semana estés con el mono 6 días, porque ese día, el séptimo, vuelves a probarla y tu vida vuelve a tener sentido. No esperes que sea eso lo que te deje a ti, porque eso nunca pasará. Es otro engaño más en este mundo de vicios y juegos. ¿No te das cuentas que eso no es vivir? ¿Qué poco a poco te estas hundiendo en el fango? ¿Qué eso, lo único que hace por ti es arrebatarte tu vida? Tal vez ahora te compensan esas pocas horas de excitación porque te sientes más vivo que nuca. Pero no tapes tus ojos con una venda. Persigue la verdad y pon a cada cosa su nombre. Lo primero que se necesita para desengancharse de algo no es aceptarlo, sino querer dejarlo. Tarde o temprano la balanza cambiará de inclinación y esos escasos momentos no te compensaran. Querrás más. Buscarás más. Y a partir de ahí tienes dos caminos. O luchar por dejarlo o vivir en una mentira que consume tu vida y no te deja ser tu mismo.
No quiero que creas que esto es una reprimenda. Solo es el consejo de una amiga que pasó por eso. Una amiga que en poco tiempo te ha cogido un gran cariño y que desea que no sufras como ella sufrió en su día. Una amiga que te tiende su mano para ayudarte ya sea a salir de ello o, si es tu voluntad, a caminar junto a ti en ese camino que deseas recorrer, para (si por alguna razón te caes) hacer que por lo menos esa caída sea más suave.

Fuera de mi casa!

¿Para que cerrar las puertas ahora que has entrado? Siempre he sido muy confiada y no he pensado las cosas hasta que no han ocurrido. Yo estaba tranquilamente leyendo cuando oí como alguien tocaba a la puerta. No me imaginé que podías ser tú. Apenas te conocía. Pero aun así, no dudé ni un segundo en dejarte entrar. Ahora, Me giro y observo como en poco tiempo has revuelto todo lo que has encontrado en tu camino, sin el menor remordimiento hacia lo que yo pudiera sentir. Es cierto que yo te abrí. Es cierto que te invité a pasar, pero también es cierto que cuando, ahora, te pido que te vayas tu no te quieres marchar. Te quedas ahí sentado, en lo que era mi sofá favorito, mirándome, perplejo como pronuncio cada silaba, sin entender, quiero pensar yo, que te pueda pedir que te vayas cuando te invité a entrar. No te hecho la culpa, quiero que eso quede claro. La única culpable, si hay que buscarlo, soy yo. Debí darme cuenta cuando entraste por esa puerta que lo desordenarías todo. En un primer momento me gustó lo que hacías ¿Por qué no? Ya era hora de que cambiara un poco el look a mi habitación. Hacia mucho tiempo que no cambiaba las cosas de sitio y la sensación de desorden me gustó. Era como si dentro de mí renaciera la niña juguetona y risueña que desapareció tiempo atrás, cuando decidí cerrar las puertas de mi habitación. No creas que eres el primero al que abro confiadamente las puertas de mi escondrijo. Antes que tu hubieron otros más. Pero nunca tuve la necesidad de echar a nadie. Recogieron sus cosas y se fueron, sin más inconveniente que unos cuantos desperfectos. Siempre me han gustado las visitas, ¿a quien no le gusta que le visiten de vez en cuando? Pero creo que esta visita ya duró demasiado tiempo. No dejaré que nadie vuelva a destrozar mi hogar a su antojo.

Buscando lo que un día perdí (2º parte)

Encontré lo que andaba buscando. Tardé un tiempo en darme cuenta que algo había cambiado en ello. Que ya no era como antes… quien sabe, tal vez la caída me afectó más de lo que yo jamás hubiera imaginado. El volver a poseer lo que tanto había deseado y a la vez temido me hizo ver que mi ilusión era eso, una simple ilusión del pasado. Un reflejo de lo que una vez fue y se perdió…o tal vez dejé que se perdiera. La cuestión es que mi tiempo se agotaba en la Tierra. No podía permanecer ni un día más aquí. El calor gratificante estaba comenzando a quemar mi piel. Tanto tiempo en mi nube soñada había provocado que mi piel se volviera más sensible a los rayos del sol. Había cumplido mi misión en la Tierra: mi corazón volvía a latir al son de la vida, pero ahora debía regresar.
Quizás hubiera podido permanecer más tiempo con los demás mortales. Quizás hubiera aprendido otra vez a sobrellevar una vida normal. Mi piel se habría terminado acostumbrando al gran astro y mi corazón seguiría latiendo aun con desgarros letales. Pero no me atreví. Fui cobarde y regresé al mundo que cree. Al mundo que día a día había construido para refugiarme del exterior. Regresé a mi nube soñada. Regresé al frío que cubre todo mi ser con la helada inocencia de la más dulce infancia. Regresé a ese paraíso soñado del que escapé unas semanas en busca de vida. Lo encontré, y no me arrepiento, pero la vida terrenal no es para mí. No todavía. Pero mientras llega ese momento dejaré la ventana abierta, para que el sol caliente mi nube y no me haga olvidar lo que perdí y volví a encontrar, porque eso me lo llevo de regreso, para recordar que mi nube es pasajera y que mi vida, está en la Tierra.

Buscando lo que un día perdí

Un día estas paseando tranquilamente por tu nube y te das cuenta que falta algo, que la suavidad del caminar cansa cada día mas y que ya no te divierten las diversas formas que encuentras en tu camino. En una de tus tiernas caídas topas con una ventana, con una de esas ventanas que cerraste tiempo atrás para protegerte del mundo real. La curiosidad te llama. ¿Qué habrá sido de aquello que dejaste? ¿Cómo estará toda aquella gente que un día abandonaste? Y entonces se apodera de ti un sentimiento mortal. Un sentimiento que pensaste que perdiste una vez que el frío de tu nube te cubrió con la helada inocencia de la mas dulce infancia. Y ahora estas ahí, debatiéndote entre volver a sentir o seguir en tu mundo soñado, en tu fría nube pero soñada inocencia. Sin que nadie pueda lograr alcanzarte y evitar que su calor queme tu escarchada alma. Has pasado tanto tiempo en esa nube, que no sabes si serias capaz de sobrevivir en la cruel realidad. Te ha costado tanto construir ese mundo perfecto, aislarte de todo lo malo, aunque eso supusiera aislarte también de todo lo bueno. Porque estas en “tu mundo” y solo tu eres la dueña de el. Tu decides que y quien entra en el y cuando sale de él.
Pero ahora estas ante esa ventana, esa ventana que poco a poco se esta abriendo. Poco a poco esta dejando entrar el calor del sol. Y tus ojos no pueden evitar cerrarse. ¿Como puedes querer algo con tantas fuerzas y temerlo con tanta firmeza? Solo puedes dejarte caer y notar como tu cuerpo va surcando las nubes, esas nubes que un día escalaste con la intención de no volver a atrás. Y solo tienes en mente que la caída no sea mortal, que te deje un poco de aliento, unos simples segundos en el mundo real para volver a sentir, y saber que, a pesar de los años en tu nube soñada, tu corazón sigue ardiendo como el primer día. Y así, dejarte el tiempo suficiente para recuperar lo que un día perdiste.