Consejos de un exdrogadicto

20 enero 2006

 

“No puedo evitarlo, es mas fuerte que yo. Quiero dejarlo, intento escapar de ello. Pero siempre termina viniendo a mí. Quiero huir de aquí, deseo con todas mis fuerzas perderla de vista pero… ella está ahí y no soy capaz de esquivar la tentación. Quiero…pero no puedo”

Mientras escucho tus palabras, siento que soy yo la que esta hablando a través de tu boca. Que son mis pensamientos los que brotan de tus labios. Eres un reflejo de lo que fui y viví. Yo también estuve enganchada a esa droga. Yo también me salté las normas y probé el amargo sabor de la sustancia prohibida. Por eso mismo, porque yo también estuve en ese mundo en el que la vida era una caída constante, que cada movimiento te catapultaba a la cima y te dejaba caer después. Logré salir de ese mundo de falsas ilusiones. En donde cada sueño terminaba en pesadilla y no eras dueño de tu vida. Es una tómbola en donde el boleto premiado no existe. No te mientas a ti mismo, no digas que quieres dejarlo cuando harías lo que fuera por conseguir un poco de ella. No culpes a tu fuerza de voluntad. No coloques tu responsabilidad en otros. Nadie te puede librar de ello si tú no quieres. De que sirve que sepas lo que te espera sino haces nada para solucionarlo. Si, diga lo que diga, cada noche volverás para pillar un poco a escondidas. No te importa que en una semana estés con el mono 6 días, porque ese día, el séptimo, vuelves a probarla y tu vida vuelve a tener sentido. No esperes que sea eso lo que te deje a ti, porque eso nunca pasará. Es otro engaño más en este mundo de vicios y juegos. ¿No te das cuentas que eso no es vivir? ¿Qué poco a poco te estas hundiendo en el fango? ¿Qué eso, lo único que hace por ti es arrebatarte tu vida? Tal vez ahora te compensan esas pocas horas de excitación porque te sientes más vivo que nuca. Pero no tapes tus ojos con una venda. Persigue la verdad y pon a cada cosa su nombre. Lo primero que se necesita para desengancharse de algo no es aceptarlo, sino querer dejarlo. Tarde o temprano la balanza cambiará de inclinación y esos escasos momentos no te compensaran. Querrás más. Buscarás más. Y a partir de ahí tienes dos caminos. O luchar por dejarlo o vivir en una mentira que consume tu vida y no te deja ser tu mismo.
No quiero que creas que esto es una reprimenda. Solo es el consejo de una amiga que pasó por eso. Una amiga que en poco tiempo te ha cogido un gran cariño y que desea que no sufras como ella sufrió en su día. Una amiga que te tiende su mano para ayudarte ya sea a salir de ello o, si es tu voluntad, a caminar junto a ti en ese camino que deseas
recorrer, para (si por alguna razón te caes) hacer que por lo menos esa caída sea más suave.

1 Han volado hasta mi Luna...:

Niña melón dijo...

jur, has pensado en colgarlo en algun otro sitio? suena diferente a lo q se suele decir siempre, creo q a mas de uno le vendria bien leerlo. :D