18 junio 2006

 

Hay momentos en los que el mundo de color de rosa que te habías construido te da la espalda para mostrarte la parte mas cruel de la realidad. No lo ves venir, y no eres capaz de asumirlo. ¿Cómo? Y lo peor no es que tu mundo de cuentos de hadas y sueños plagados de ilusiones se desmorone, sino que se les desmorone a las personas que tu más quiere. A esas personas con las que convives. Esas personas con las que día sí y día también tenéis una discusión y termináis peleados. Pero también son esas personas que con una simple sonrisa todo se olvida. Con las que no necesitas pedir perdón porque el amor que hay en sus corazones impide tener un resquicio de rencor hacia tu persona.
Nunca dudas que los puedas amar, ¿Cómo no amar a tu familia? Pero es en estos momentos en los que puedes comprobar la magnitud de ese amor y te das cuenta que es algo tan grande que no lo puedes expresar, y por ello sufres al intentar demostrarlo y no saber como. Todo lo que haces es insignificante y serias capaz de darlo TODO por devolverle un poco de color a los corazones de los que tu más quiere.

2 Han volado hasta mi Luna...:

Niña melón dijo...

seguro q no todo lo que haces es insignificante. que en el momento no se valore, no significa que no sea importante. y tu sigue con la sonrisa puesta porque, como tu dices, con una simple sonrisa todo se olvida, y aunque ahora cueste un poco mas olvidar, se acabara consiguiendo. muak!

Anónimo dijo...

Una vez alguien me dijo que la vida era un camino de rosas, aunque éstas estén llenas de espinas. No podemos evitar que la vida nos pinche de vez en cuando. Sufrir es una parte de la vida tan esencial como es ser feliz.
Pero en ocasiones te preguntas por qué pasan determinadas cosas, y por qué a tí... esas cosas que solo pasan en la tele y en la casa del vecino...
Ahora solo falta armarte de valor y enfrentar lo que tengas que afrontar. Quizá creas que no estás preparada y que a veces las cosas te superan. Pero no... como te dije anteriormente, somos mucho más tenaces de lo que nos podemos imaginar.
Y más tenaz que serás. Porque cuando pasas por el infierno, vienes endurecido por el fuego.
Tus tormentos me recuerdan a mi antigua pesadilla. Te comprendo tanto que incluso me estremezco. Por eso, cuenta conmigo, cuenta conmigo siempre y sin dudarlo.
Un beso muy gordo y mucho ánimo!