Tengo las plantas de los pies llenas de cicatrices. Las miro como si siempre hubiesen estado ahí y arranco las últimas espinas que tengo en ellas. Ya no brota ese manantial r
ojo que en su momento manaba sin fin. Quizás se secó.
Miro por mi ventana el camino que se adentra hacia el paraíso. Sé que mañana volveré a adentrarme, buscando esa belleza que falta en mi interior. No me importará pincharme. Ya no siento dolor. Por mis venas ya no corre sangre. Soy inmune a la muerte segura que me depara el paraíso. Es mi decisión. Yo elijo morir allí, rodeada de lo que soñé, aunque al anochecer, todo se desvanezca y tenga que volverme a arrancar las espinas que me dejaron mis deseos. Todo tiene un precio. Yo pago el mío en silencio.
26 noviembre 2006
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2 Han volado hasta mi Luna...:
Qué belleza ni qué ocho cuartos!! que no falta loca de la palmera, que no falta, que esta ahi aunque tu no la veas. Esta claro?? y lo del silecio bueno, ahi nadie se puede meter, es decision propia, pero si cambias de idea y sale una débil vocecilla, seremos un monton los que lo escuchemos y vayamos donde haga falta a tapar esas heridillas de tus pies. muaaaaaaaaaaaas
jooo mi melona favorita!!no sabes cuanto te kiero. No todos ven lo ke tu ves... incluso a veces ni lo veo yo... jooo son malos momentos, pero tu tranki ke yo me repongo, sabiendo q tengo a gente tan maravillosa como vosotras :)
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