Falsas promesas

22 enero 2008

 

La niña se sentó a solas en el banco más alejado que encontró. Miró al cielo y le pareció que alguien le sonría perdida entre varios nubarrones. Bajó la mirada a su bolsillo derecho y metió la mano en él. Volvió a alzar la mirada y esta vez enrabiada desafió su sonrisa y sacó lo que con tanto cariño había guardado. Lo miró con pena y se enjugó las lágrimas que comenzaban a buscar una salida. Era una foto suya… no dudó más, la rompió en mil pedazos, cuidadosamente contados, hasta lograr que no quedara posibilidad alguna de que se pudieran juntar de nuevo. Odiaba las falsas esperanzas y se odió a si misma por haberlas tenido. Odió esa sonrisa que un día le dijo que nunca se iría y más aún, llegó a odiarse a si misma por haber odiado lo que más quería.

0 Han volado hasta mi Luna...: